Por:
Redacción
9 de Nov, 2025
9:35 am
El Estadio de Vallecas volvió a ser una fortaleza. El Rayo Vallecano firmó un empate heroico ante el Real Madrid, líder de LaLiga, en un partido donde los de Iñigo Pérez mostraron carácter, disciplina defensiva y una intensidad que asfixió por momentos al conjunto blanco.
El técnico Iñigo Pérez sorprendió con una alineación sin delantero centro fijo, apostando por la movilidad y la presión alta. El once inicial lo formaron Batalla; Ratiu, Lejeune, Mendy, Pep Chavarría; Ciss, Unai López, Pedro Díaz, De Frutos, Isi y Álvaro García. La idea era clara: dificultar la salida de balón del Real Madrid y aprovechar las transiciones rápidas para crear peligro.
Desde el pitido inicial, el Rayo salió con determinación. Presionó arriba, fue intenso y buscó el gol que encendiera aún más a un Vallecas volcado con su equipo. La primera gran ocasión llegó en el minuto 19, cuando Andrei Ratiu se plantó solo ante Courtois, pero el portero belga salvó el 1-0 con una gran intervención. Poco después, el Real Madrid respondió con dos avisos de Vinicius y Asensio, bien resueltos por Augusto Batalla.
El partido fue derivando en una batalla táctica y física. El colegiado Martínez Munuera cortó el ritmo con varias tarjetas amarillas, hasta cinco antes del descanso, lo que condicionó la intensidad de ambos conjuntos. Sin embargo, el Rayo no renunció a su propuesta, mientras el Real Madrid comenzaba a desesperarse ante la falta de espacios y la solidez local.
La segunda mitad siguió el mismo guion. Fede Valverde probó fortuna con un disparo lejano, pero sin precisión. El Rayo respondió con una gran jugada de Álvaro García que terminó en un remate desviado de Jorge de Frutos. Poco después, Güler, Bellingham y Mbappé lo intentaron para el conjunto blanco, pero Batalla y la zaga rayista se mostraron impecables.
El reloj avanzaba y el Real Madrid no encontraba la manera de superar el bloque defensivo del Rayo. Los cambios de Iñigo Pérez, con la entrada de Óscar Valentín y Fran Pérez, reforzaron la frescura en el mediocampo y mantuvieron la presión sobre los blancos. El conjunto local seguía lanzando contragolpes rápidos, con Álvaro García como principal amenaza por la banda izquierda.
En los minutos finales, el Madrid buscó el gol del triunfo con más corazón que cabeza. Militao remató tímidamente de cabeza, Valverde probó desde fuera y Güler tuvo la última tras una gran jugada personal, pero Batalla volvió a aparecer con seguridad. Vallecas estalló de júbilo cuando el árbitro señaló el final: el Rayo había resistido ante el líder.
El empate deja al Real Madrid con sabor amargo, mientras que el Rayo Vallecano suma un punto vital en su lucha por mantenerse en la zona media de la tabla. Más allá del resultado, la imagen de los franjirrojos fue la de un equipo solidario, comprometido y con identidad.
Vallecas volvió a demostrar que, cuando su afición empuja, nada es imposible. El Rayo Vallecano frenó al gigante blanco con coraje, orden y corazón, dejando una noche de fútbol que su hinchada no olvidará.
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