Por:
Redacción
17 de Nov, 2025
7:26 pm
La polémica de la semana 11 en la NFL giró alrededor de Ja’Marr Chase, receptor estrella de los Cincinnati Bengals, quien fue suspendido y multado tras un incidente con Jalen Ramsey durante el duelo ante los Pittsburgh Steelers. Field-level view of the second altercation between Ja'Marr Chase and Jalen Ramsey. Chase said "I didn't spit on nobody."
El castigo llegó después de que la liga determinara que Chase escupió al esquinero rival en medio de una confrontación que terminó con expulsiones y fuertes declaraciones posteriores. La decisión impacta directamente a Cincinnati, ya que el jugador no estará disponible para enfrentar a los New England Patriots este domingo en la semana 12.
The video clearly shows he did.#Bengals @FOX19 pic.twitter.com/ooGzInoPdS
La sanción no solo se queda en lo deportivo: el golpe económico es considerable. Chase perderá más de 500 mil dólares entre su sueldo correspondiente a la semana y un bono de activación. La NFL dejó claro que este tipo de conductas será castigado con severidad. Ahora, con la investigación concluida y la suspensión confirmada, el caso se convierte en uno de los momentos más tensos y mediáticos de la temporada para los Bengals, que ya arrastran un año lleno de complicaciones.
En el último cuarto del duelo ante Steelers, Chase y Ramsey sostuvieron un intercambio físico y verbal que terminó escalando. Según la revisión de video, la liga determinó que el receptor de Cincinnati escupió directamente a Ramsey, lo que provocó la reacción del defensivo, quien respondió con un golpe y fue expulsado de inmediato. Chase, en el momento, negó la acusación, pero la evidencia en video impulsó la sanción definitiva.
La suspensión llega acompañada de un castigo financiero severo. Chase perderá 448 mil 333 dólares correspondientes a su cheque semanal, además de un bono de juego de 58 mil 823 dólares, lo que eleva el total a más de 507 mil dólares. Para la NFL, el gesto del receptor constituye una violación clara a los lineamientos de conducta antideportiva.
El castigo deja a los Bengals sin su principal amenaza ofensiva para el duelo de semana 12 ante los Patriots. El equipo, que ya atraviesa una temporada complicada, pierde a su arma más explosiva en un tramo crítico del calendario. Chase lidera al equipo en recepciones y yardas, convirtiéndose en un punto clave del sistema ofensivo.
Del otro lado, Ramsey declaró que reaccionó porque sintió el escupitajo de Chase, algo que consideró una falta total de respeto. El defensivo vivió un momento de frustración, pero su expulsión quedó como la única consecuencia en el partido; la liga decidió centrar la sanción principal en el acto inicial atribuido al receptor de Bengals.
En el entorno interno, el equipo intenta manejar la situación con cautela. Aunque no se han dado declaraciones duras hacia Chase, la ausencia de una figura ofensiva tan importante representa un problema evidente. La ofensiva pierde verticalidad, explosión y amenaza constante, justo cuando la presión del calendario aumenta.
Este caso se suma a otras sanciones recientes por conductas antideportivas similares. La liga, año con año, endurece su postura ante actos que rebasan los límites competitivos. La suspensión de Chase reafirma el mensaje: cualquier acción que vaya más allá de la dureza del juego será castigada sin titubeos.
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