Por: Redacción
18 de May, 2025   1:45 pm

En un duelo cargado de intensidad en la Serie A, la Roma se impuso 3-1 al Milan en un encuentro que dejó momentos de gran futbol, pero también de controversia. El partido, disputado en el Olímpico de Roma, estuvo marcado por un arranque vertiginoso, una expulsión tempranera y un desenlace que reflejó la solidez del equipo local. Para el Milan, la noche fue especialmente complicada tras quedarse con diez hombres desde los primeros compases.

El encuentro comenzó con un golpe inmediato para el Milan. Apenas al minuto 3, Gianluca Mancini aprovechó para rematar con precisión y poner el 1-0 a favor de la Roma. El tanto tempranero encendió las alarmas en el conjunto rossoneri, que buscaba recomponer su postura en el campo. Sin embargo, la situación se tornó aún más adversa debido a un incidente que involucró a su delantero, Santiago Giménez, quien no pudo contener su frustración en una noche para el olvido.

Expulsión de Giménez
La expulsión de Giménez, ocurrida antes del minuto 20, marcó un punto de inflexión en el partido. El mexicano, constantemente vigilado por Mancini, perdió los estribos y soltó un codazo directo al pecho del defensor italiano. La acción, revisada por el VAR, resultó en una tarjeta roja directa, la primera en la carrera de Giménez en una liga de primera división.

Esta irresponsable decisión dejó al Milan con un hombre menos durante más de 70 minutos, obligando al equipo a replegarse y cediendo el control del balón a la Roma. La ausencia del mexicano, se sintió profundamente en un equipo que luchó con garra, pero con limitaciones.

A pesar de la adversidad, el Milan mostró carácter y logró igualar el marcador a la media hora de juego. João Félix, con un remate preciso tras una gran jugada colectiva, batió al portero romanista para poner el 1-1. El gol dio un respiro momentáneo a los visitantes, que, incluso con diez hombres, mantuvieron la esperanza de sacar algo positivo del Olímpico.

El segundo tiempo trajo consigo el quiebre definitivo para el Milan. Al minuto 51, Leandro Paredes convirtió con gran autoridad, colocando el 2-1 y devolviendo la ventaja a la Roma. El gol fue un duro golpe para los rossoneri, que, a pesar de su esfuerzo defensivo, comenzaron a mostrar signos de desgaste por la inferioridad numérica.

El tanto que selló la victoria romanista llegó al minuto 87, cuando Bryan Cristante remató estableciendo el 3-1 final. La Roma, con este resultado, consolidó su buen momento en la Serie A, mientras que el Milan se retiró con la amargura de una derrota que tuvo en la expulsión de Giménez un factor determinante. Para el mexicano, esta experiencia representa un revés en su prometedora campaña, y su ausencia en el último partido de la temporada ante el Monza lo obligará a reflexionar antes de regresar con mayor madurez en la próxima campaña.