Por:
Redacción
28 de Sep, 2025
11:05 am
Los Steelers consiguieron una victoria de gran importancia en la Semana 4 de la NFL. Por primera vez, el fútbol americano profesional de los Estados Unidos llegó a Irlanda, y lo hizo con un dominante triunfo de Pittsburgh por 24-21 sobre Minnesota.
La defensiva, emblema histórico del equipo, apareció con contundencia y se combinó con una ofensiva que empieza a definir identidad gracias a su juego terrestre y a las jugadas explosivas de Aaron Rodgers con D.K. Metcalf.
El resultado tuvo un valor simbólico para la franquicia, que rindió homenaje a la familia fundadora del equipo. En el siglo XIX, los Rooney emigraron de Irlanda a Canadá y después a Estados Unidos, donde se establecieron en Pittsburgh, la ciudad del acero.
Allí, en 1933, Art Rooney Sr. adquirió la franquicia que con el tiempo se convertiría en una de las más emblemáticas de la NFL, con seis Super Bowls y una identidad marcada por la dureza defensiva.
Esa defensa volvió a ser la esencia del triunfo. Pittsburgh limitó a Minnesota a solo 70 yardas por tierra, forzó dos fumbles, sumó seis capturas y dos intercepciones, y dejó a la ofensiva de Kevin O’Connell en apenas seis puntos durante tres cuartos. Fue una actuación dominante de una unidad que inició el año como una de las más temidas de la liga, pero quedó a deber en sus primeros tres partidos.
Sin embargo, también hubo señales alentadoras en el ataque, algo que el equipo necesitaba tras un inicio irregular. Aunque Pittsburgh ya sumaba dos victorias en sus primeros tres partidos, la falta de un juego terrestre consistente, con Jaylen Warren sin despegar como titular, y jerarquías poco claras entre los receptores había limitado el potencial ofensivo.
En Dublín todo cambió: los corredores del equipo combinaron 132 yardas, con Kenneth Gainwell como protagonista (99 yardas y dos touchdowns). Rodgers, por su parte, firmó su mejor actuación desde que llegó al equipo, completando el 81.8 % de sus pases para 200 yardas y un touchdown. Además, D.K. Metcalf consolidó su papel de receptor número uno con cinco recepciones para 126 yardas, incluida una escapada de 80 que dejó a Pittsburgh a tiro de las diagonales.
El dominio acerero fue absoluto durante tres cuartos, pero Minnesota reaccionó tarde. Con siete minutos por jugar y el marcador 24-6, Carson Wentz conectó un pase de 16 yardas con Zavier Scott. Después, tras una detención defensiva clave, los Vikings acercaron el marcador con una bomba de 81 yardas a Jordan Addison y un envío corto a Jalen Nailor para poner el 21-24. Sin embargo, el impulso llegó muy tarde tarde. A pesar de que recuperaron el ovoide con más de un minuto en el crono, la defensa de Pittsburgh volvió a imponerse en la última serie y selló la victoria.
Con este triunfo, los Steelers se colocan en la cima de su división con marca de 3-1, un registro que solo podría ser igualado por unos Bengals debilitados tras la lesión de Joe Burrow y su dura derrota 48-10 ante Minnesota en la Semana 3. Pittsburgh descansará la próxima jornada para recuperarse del largo viaje al Viejo Continente.
Posteriormente, enfrentará una racha clave de duelos divisionales contra Cleveland y Cincinnati, donde parte como favorito. Minnesota, en cambio, queda 2-2 y empieza a comprometer su pelea por la división frente a Green Bay y Detroit. Su próximo reto será visitar a los Browns, una de las defensivas más sólidas de la liga, en busca de mantener un récord positivo con Carson Wentz al mando.
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