Por:
Redacción
7 de Jul, 2025
10:31 am
Novak Djokovic lo volvió a hacer. En un duelo cargado de emociones y giros inesperados, el serbio superó un duro inicio para vencer a Álex De Miñaur con parciales de 6-1, 4-6, 4-6 y 4-6, asegurando su lugar en los cuartos de final de Wimbledon 2025. All class ?
La escena no pudo ser más simbólica: en la Centre Court y con la atenta mirada de Roger Federer desde el Palco Real, ‘Nole’ ofreció una clase magistral de resiliencia y precisión que lo mantiene como firme candidato a alzar su octavo título en el All England Club.
El inicio, sin embargo, fue un golpe de realidad para Djokovic. El australiano arrolló en el primer set con un contundente 6-1, aprovechando un Novak irreconocible que cometió cuatro dobles faltas y acumuló 16 errores no forzados.
Fue, sin duda, su peor arranque en lo que va del torneo. Pero la grada no se rindió. Los aplausos y el ánimo desde las tribunas (y el peso simbólico de Federer observando) parecieron sacudir al serbio y despertarlo a tiempo.
La reacción fue inmediata. En el segundo set, Djokovic quebró el saque de De Miñaur en el primer juego y, aunque el australiano respondió con determinación, el ritmo del partido ya había cambiado. Los intercambios se volvieron más intensos, los juegos más largos, y el público vibraba con cada punto.
El set fue una batalla táctica que terminó inclinándose hacia el de Belgrado, quien se soltó con su mejor versión en la recta final.
El tercer y cuarto parcial mostraron a un Djokovic en plena transformación. Consistente, agresivo y emocionalmente arropado por un público entregado, fue imponiéndose en cada punto clave. En el cierre del tercer set, salvó dos bolas de ‘break’ y se aferró al juego con determinación.
La grada lo celebraba con euforia, consciente de estar presenciando otra gesta de un campeón que parece renacer cuando más lo necesita.
Tras sellar la victoria en tres horas y veinte minutos, Novak se dirigió a la pista para ofrecer sus palabras. Y no dejó pasar la ocasión para reconocer la presencia de Federer: “Ojalá tuviera el saque, la volea y el toque del caballero que está ahí. Eso ayudaría”, dijo con una sonrisa, señalando al suizo. Luego añadió, entre risas: “Probablemente es la primera vez que me observa y gano el partido. Los dos últimos los perdí. Es bueno romper la maldición”. Con ese gesto, Djokovic no solo selló una remontada memorable, sino también una conexión especial con la historia viva de Wimbledon.
Novak Djokovic with a nod to a certain Roger Federer in the Royal Box ?#Wimbledon pic.twitter.com/fPsBtUXXq1
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