Por: Redacción
9 de Nov, 2024   4:49 pm

En tiempo de compensación, Chivas vivió su caída en desgracia. Un cabezazo hiriente de Rodrigo Dourado (93’) le pegó al Guadalajara y lo condenó a vencer en dos rondas de Play In, si es que quiere avanzar a los cuartos de final.

La derrota 0-1 ante San Luis envió a los tapatíos al noveno sitio, pues se estancaron en 25 unidades, luego de 17 jornadas. El Atlas o el León serían sus primeros rivales.

El Rebaño parecía que tendría mejor suerte cuando apareció su delantero estrella. Tenía apenas unos segundos en la cancha, cuando Javier Hernández empalmó el esférico y lo anidó. El Akron había explotado, hasta que la bandera del asistente se levantó y anuló todo. Chicharito decía que no, que era jugada de VAR, pero se encontraba en un flagrante fuera de lugar al minuto 74. La frustración llegó a los corazones rojiblancos, que se tuvieron que resignar a la invalidación del tanto.

El veterano ariete vivió otra desgracia goleadora, cuando por otro offside, también se le quitó una diana, ésta vez.

Escenas como esa condenaron a los de la Perla de Occidente. Chivas nunca pudo escapar de la medianía en el Apertura 2024 y, en la última jornada del torneo regular, esa misma incapacidad la pagó hacia lo que viene. El descalabro ante Atlético de San Luis dejó al Rebaño en un escenario vulnerable para llegar a cuartos de final.

Durante el torneo, Chivas se volvió amante de la mediocridad y la crisis. Nunca pudo dar el salto de calidad hacia las alturas de la tabla de posiciones y Fernando Gago dejó tirado el timón rojiblanco para irse a Argentina. Ese golpe que dio el sudamericano al club que creyó en él como estratega, mandó al Guadalajara hacia una incertidumbre que parecía lo condenaría a la eliminación. Pero el orgullo pudo más y Arturo Ortega le dio estabilidad al popular equipo tapatío. Aún así, la explosión de triunfos tampoco llegó.

El interinato en el banquillo sorteó un infortunio mucho más marcado para el chiverío, pero fue insuficiente para llegar a la Liguilla directa. Ante los potosinos, se confirmó esa malaria.

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Ahora, Guadalajara tendrá que esperar los resultados de la jornada dominical para saber su destino. El panorama luce desalentador y la amenaza de aumentar la sequía de títulos que data desde 2017 parece que no tendrá fin, por lo menos, en este semestre que ha sido mediano para la grandeza del equipo.