Por: Redacción
1 de Nov, 2025   7:44 pm

El Clásico Regio 141 tuvo de todo: intensidad, expulsiones, polémica y goles. En un duelo vibrante en el Estadio BBVA, Rayados y Tigres empataron 1-1 en una edición que confirmó la rivalidad más pasional del futbol mexicano.

Desde los primeros minutos, el partido prometía emociones. Apenas al minuto 2, Sergio Ramos conectó un potente cabezazo que exigió una gran atajada de Nahuel Guzmán. Tigres respondió al 10’, cuando el propio Ramos evitó un error suyo al sacar de la línea un balón que casi termina en gol.

Rayados insistió con peligro y al 14’, Lucas Ocampos rozó el primero con un remate al segundo palo que se fue por encima. Tres minutos después, Ramos volvió a aparecer con otro cabezazo en tiro de esquina, pero nuevamente Nahuel salvó su arco.

El panorama se complicó para los locales al 35’, cuando Jorge Rodríguez fue expulsado por una falta sobre Ángel Correa. Tigres aprovechó el momento y antes del descanso generó peligro con un disparo de Correa al 41’ y otro al 45’, luego de un mal despeje de Santiago Mele, aunque sin éxito.

En el complemento, el juego cambió de rumbo. Al 50’, Jesús Angulo fue expulsado y el árbitro marcó penal a favor de Rayados, que Sergio Canales transformó en el 1-0.

Rayados tuvo para ampliar la ventaja con llegadas de Ocampos, Berterame y Canales, pero Nahuel y la falta de puntería evitaron el segundo. La reacción felina llegó al 67’, cuando Ángel Correa apareció en el área para empatar el partido.

Tigres rozó la remontada con un disparo de Marco Farfán al 71’ y un cabezazo de André-Pierre Gignac al 81’, ambos bien contenidos por Mele. En la recta final, al 87’, Correa tuvo el doblete en sus pies, pero otra vez el arquero uruguayo evitó la caída rayada.

El marcador no se movió más y el clásico terminó en tablas. Tigres llegó a 33 puntos y Rayados a 31, en un resultado que mantiene a ambos en la parte alta de la tabla y deja abierta la pelea por los primeros lugares.

Un clásico regio más que cumplió con las expectativas: dos equipos poderosos, dos campeones del mundo y un empate que reflejó la paridad en la cancha.