Por: Redacción
8 de Dic, 2024   1:42 pm

Russell Wilson lanzó para 158 yardas y dos touchdowns y los Steelers Pittsburgh se despegaron para vencer 27-14 el domingo a unos Browns de Cleveland propensos a errores.

Los Steelers (10-3) vencieron a Cleveland en casa durante la temporada regular por vigésima primera vez consecutiva, incluso con el principal receptor George Pickens observando desde la banda debido a una lesión en la ingle, la primera vez en su carrera que se pierde un juego.

Aunque a Wilson le tomó un tiempo adaptarse sin el productivo, pero volátil Pickens, encontró su ritmo en la segunda mitad al conectar pases de touchdown con Pat Freiermuth y Van Jefferson. Los Steelers tomaron ventaja de dos juegos ante los Ravens, sus rivales por el liderato de la División Norte de la Conferencia Americana a cuatro semanas de que termine la campaña regular.

Los Browns (3-10) vieron desaparecer su oportunidad de barrer a Pittsburgh por primera vez desde 1988 detrás de un par de goles de campo fallados por Dustin Hopkins y un lanzamiento imprudente de Jameis Winston en el segundo cuarto que el tackle defensivo de los Steelers, Keeanu Benton, devolvió en territorio profundo de Cleveland para impulsar una ofensiva de Pittsburgh que había parecido desincronizada al principio sin Pickens.

Winston evitó pick-6 que lo han perseguido a lo largo de su carrera —incluyendo la semana pasada en Denver— pero hizo poco después de conectar con Jerry Jeudy para un touchdown de 35 yardas en el primer cuarto que dio a los Browns una temprana ventaja. Winston completó 24 de 41 pases para 211 yardas, con dos touchdowns y dos intercepciones.

Nick Chubb corrió para 48 yardas en su regreso a Pittsburgh después de una devastadora lesión de rodilla en el mismo campo hace 15 meses que lo obligó a perderse más de un año. Sin embargo, los Steelers mantuvieron a Myles Garrett relativamente controlado después de que la estrella defensiva acumulara tres sacks en la sorpresiva victoria de Cleveland bajo la nieve el 21 de noviembre, y la defensa de Pittsburgh proporcionó la chispa que revivió la ofensiva.